25 Agos. 2024.- (Por Fernando Nuñez) El paisaje de la política fueguina comenzó a cambiar en las últimas semanas del riguroso invierno isleño. La fallida convocatoria a elecciones provinciales para reformar la Constitución provincial desnudó la debilidad del Gobierno de Gustavo Melella así como en Río Grande el deshielo desnudó las fisuras en el pavimento.
El actual Gobernador aceleró a fondo con la convocatoria a elecciones sin abrocharse el cinturón de seguridad y omitiendo los límites de velocidad que le recomendaban sus aliados y las señales de tránsito que le advertían curvas peligrosas. Sin embargo Melella confió en su propio instinto y se la pegó de frente.
Una muralla de argumentos legales y una Justicia unánime, le puso freno a su carrera en búsqueda de la re – reelección que era, aunque nadie lo admita, el principal objetivo de la reforma constitucional.
Aunque se esgrimían objetivos altruistas para retocar la Carta Magna argumentando que se necesitaba modernizarla; generar una mejor herramienta de Gobierno; poner un límite a la perpetuidad de los cargos públicos de Jueces; legisladores; Fiscal de Estado o miembros del Tribunal de Cuentas, o una mención más elocuente y explícita de los Derechos Soberanos sobre las islas Malvinas, etc. Etc, en el fondo solo era la re-reelección.
De tanto pregonar por la reforma el Gobernador Gustavo Melella se quedó sin voz en los Medios de Comunicación mientras su gabinete se distraía en el receso invernal y sólo se despabiló cuando la Justicia le bajo el pulgar a la convocatoria y ahí sí, el coro de funcionarios leales a Melella fue el eje de las comunicaciones oficiales del Gobierno pidiendo que las elecciones se celebren y la Constitución se reforme.
Sin embargo una cosa estaba clara, la realidad fueguina pasaba por otros ejes un poco más dramáticos, caída del empleo, obra pública prácticamente paralizada, sin planes de vivienda, quita de subsidios a los servicios; la capital fueguina sin energía, la educación pública cuestionada; la industria en caída libre, cero ampliación de la matriz productiva, los recursos naturales aún sin recibir valor agregado, el turismo, con muy poca inversión estatal, encendiendo velas a brasileros, y asiáticos.
A lo cual se suma la pérdida del poder adquisitivo de los empleados públicos, una obra social en eterna crisis, servicios de salud colapsados, déficit atención sanitaria, escasez de profesionales, en fin, una serie de problemas domésticos que requerían y requieren la atención del Gobernador y de su equipo de trabajo.
Es verdad, sin embargo, que Melella transita un terreno adverso, ya no hay un gobierno amigo en la Casa Rosada y las políticas de Milei han hecho mella en el tejido social, en las fuentes de empleo; en la industria, en la vivienda, en la obra pública, etc, y huelga decirlo, Melella no lo predijo, no apeló a la austeridad para gobernar en la adversidad, no avanzó con el desarrollo de la matriz productiva de la provincia, de hecho hace años que se anuncian estudios para ver si se puede producir hidrógeno verde mientras en el vecino país ya se está en plena producción, solo para dar un ejemplo. A esto se suma que ha aumentado la cantidad de empleados públicos en la medida que se iban perdiendo los empleos privados.
¿La gobernabilidad en juego?
La fallida convocatoria a elecciones para la reforma de la Constitución provincial no es una anécdota de la política fueguina.
Se trata de un punto de inflexión, de una ruptura clara con su principal aliado político, el MoPoF, pero además un solapado enfrentamiento con el Poder Judicial. Y lo que es peor es una clara disociación con la realidad de los fueguinos.
Si bien en las semanas posteriores a la cancelación de la convocatoria el Gobierno intento inyectarle nuevos bríos a la gestión con la inauguración del Centro Provincial de Rehabilitación, la convocatoria a un nuevo Congreso de Educación, beneficios para empleados públicos y anuncios del Gobernador, la sensación de debilitamiento político no cesa. Además la administración de Melella está dando algunas señales de agotamiento del gabinete, con pocas figuras de recambio, son siempre los mismos actores que van cambiando de papel sobre el escenario, y repitiendo las políticas del comienzo de gestión.
La lupa en la legislatura
Esta semana habrá una nueva sesión de la Legislatura provincial, el cuadrilátero dónde se tiran la mayoría de los golpes. Se espera que la votación de diferentes iniciativas corra el telón a una nueva mayoría.
Melella aún tiene más de tres años por delante para gobernar pero…
El futuro está en movimiento.