Hay en las redes sociales una fuerte campaña de desprestigio de los actores políticos fueguinos. Esta campaña se lleva adelante a través de perfiles de usuarios truchos, trolls; y publicaciones pagas en páginas falsas (Fake News). Las “víctimas” o protagonistas de estas publicaciones están relacionadas con el Gobierno de la provincia; los Municipios y los Cuerpos colegiados.
El fenómeno puede ser analizado desde varios aspectos, todos ellos negativos para los apuntados y para la comunidad en general. Por ello resulta difícil tratar de entender que objetivo se persigue con esta metodología sucia y repudiable que no logra otra cosa que aumentar las sospechas; el desprestigio; la desazón; el descreimiento; y la indignación de la gente con respecto a la clase política.
Lo llamativo es que el fenómeno no es “todos contra todos”, no, el intercambio de acusaciones involucra a los Municipios de Ushuaia, de Río Grande y al Gobierno de la provincia y de paso la ligan también algunos aliados, O NO, a ellos, algún periodista; algún funcionario de tercer orden; la esposa de algún funcionario, el hijo de algún legislador, la madre de alguna concejal, etc. Etc.
El fenómeno ha surgido, penosamente, para reemplazar a las discusiones y debates políticos que aporten soluciones reales a los problemas cotidianos.
Mientras cruzan denuncias, los fueguinos esperan que se defienda la provincia de los desprecios de Nación; que se termine el natatorio de Río Grande; que se habilite la Ruta 7; que se mejoren las prestaciones de OSEF; que se mejoren los salarios en Municipios y provincia; que se avance con la transformación de la matriz productiva; que se le de valor agregado a los recursos naturales; que se ejecuten más obras; que se mejore la salud; la educación, etc, etc.
Sin embargo, todo se resume a ver qué información falsa, que acusación hay que salir a desmentir mañana, como limpiarse el polvo de las explosiones mediáticas que generan las publicaciones falsas y que desacreditan a todo el sistema democrático.
¿Acaso los fueguinos se tendrán que conformar con esta patética discusión de ver quien es peor; quien es más inoperante; más corrupto, más despreciable entre los políticos fueguinos? Acaso nadie va a poner un poco de cordura y buscar generar un diálogo institucional serio, responsable; maduro y superador?
Muchas de las acusaciones, en caso de ser verdad deberían tener trabajando 24 x 7 a los Jueces y Fiscales, pero nadie parece tener lo necesario para denunciar y entonces, como dice el tango “vivimos revolcados en un merengue y en un mismo lodo, todos manoseados”.
Mientras tanto, hay un sector de la política que ya ha comenzado a cosechar los frutos de los árboles venenosos que están plantando los oficialistas, se trata de ese sector de la política que encolumnados detrás del Presidente de la Nación desprecian las instituciones de la democracia y han conquistado a la opinión pública descalificando a quienes han tenido la responsabilidad de Gobernar.
Por lo tanto, va sonando la hora de que se empiece a tomar en serio la VARA CON LA QUE LA SOCIEDAD está midiendo a la clase política y se ponga manos a la obra para tener un Estado más eficiente y unos gobernantes más probos.
